¡Esperamos que los disfruten!
¿Quién gime?
Autor Juan Urbano
¿Quién gime? ¿Quién llora
amargamente?
¿Qué niño arranca con los
dientes los adoquines del asfalto
e inunda el suelo de lágrimas
y arrastra su tierno cuerpo por la calle
para abrazarse a aquellos
cuerpos de sangre y metralla?
¿Qué muchachito siente
como le arrancan, de sus
padres, el cuerpo de cuajo
cuando la sirena de blanco
aúlla espanto llena de cadáveres?
¿Qué indefensa criatura no
comprende al dios
que desde su majestuoso trono
vela por las personas buenas?
¿Qué almita pura ha aprendido
a odiar desde la inocencia por la amargura?
¿Qué santo padre le hará
comprender sus dudas?
¿Qué magnífico barón le
explicará sus lágrimas cuando visite las
tumbas?
¿Qué brillante sabio le
devolverá la paz y la dulzura
cuando por las noches se
despierte sobresaltado bajo sueños de locura?
cuando después de hermosas
palabras le dé un beso
y le enseñe las manos
desnudas... vacías?
¿Quién solloza con tanto
dolor bajo la luna llena
sentado en el frío
portal de una calle vacía y negra?
¿Quién…? ¿Quién…?
María, el acento que quería ser tilde
Autor: Jesús Coronado
Me llamo María y soy una tilde, pero no una tilde cualquiera, yo ya tengo
una reputación en esto de acentuar. Nací en el seno de una familia numerosa
del mundo de la ortografía. Mi madre, una coma amante de la familia, me
inculcó desde pequeña el amor por las cosas sencillas. Mi padre, que era una
diéresis respetada en el mundo de los rasgos ortográficos me decía “María,
para ser reconocida en este mundo debes intentar ser la mejor, y para eso, la
experiencia es lo primero. Así que, “virgulilla”, empieza marcando a esa n” y
¡zas! la transformaba en una “ñ”, como si fuera Harry Potter..
Después de algún tiempo marcando eñes ¡Qué coñazo! pasé a ser un
acento que marcaba las sílabas átonas, esas que se acentúan sin marcar. Un
gran misterio para mí por que estaba sin estar, algo que todavía no entiendo
bien pero en fin, la veteranía es un grado como decía mi padre y debía
obedecer para adquirir la experiencia necesaria y poder así subir en el
escalafón de los rasgos ortográficos.
Mi siguiente trabajo fue con un escritor. Esto ya era responsabilidad.
Pero me hacía trabajar muy poco. Era un desastre, casi no acentuaba nada.
Terminé consiguiendo un pluriempleo en su procesador de textos corrigiendo
sus despistes y así, al menos, pude al fin aparecer en sus escritos. Fue en ese
procesador donde conocí a mi marido. Un punto y aparte con mucho porte y
estilo, con el que terminé casándome y fundando una familia. Nuestros hijos,
un punto y seguido y una coma, siguen los pasos de su padre.
Y así pasaron los años, y mi experiencia y buen hacer me llevaron a
encargarme de las palabras esdrújulas y las llanas, convirtiéndome en una de
las tildes mas reputadas entre las sílabas tónicas. De hecho era requerida por
los grandes escritores pues les ahorraba una pasta en correctores ortográficos.
Ahora, casi a punto de jubilarme, lo que realmente me gustaría para
acabar mis días en este mundo, es puntuar sólo palabras bonitas y amables
como ánimo, azúcar, café (me encanta su aroma por las mañanas), mágico,
océano. Pero lo que realmente me gustaría es conseguir que palabras como
amigo, bondad, ternura, paz llevaran tilde. ¿Os imagináis una tilde en amor?
Siempre pensé que si lo utilizáramos mucho más con el resto de nuestros
ECEPTICISMO DE UN NIÑO
Autora: Ester Alonso
A un niño le se lo cuento, quien no puede, con
su asombro: Es un niñito de piel morena, de ojos grandes, de rizos muy negros,
de tierras no tan lejanas.
Me dices que en tu país para bañarse con barro pagan 200euros, qué a la
gente cuando se casa le tiran arroz a manos llenas, cuando para mí es un
manjar que nunca cómo?
Que el buscaminas es un juego, me cuentas que los niños de allí, lloran
porque no quieren ir al colegio, si yo quiero saber y ni colegio encuentro…
Le digo que
en mi país compramos animales para tenerlos como a niños, dándoles de comer,
vacunándoles.
Que los
niños lloran porque no quieren comer por que están hartos de hacerlo y esta
criatura no sale de su asombro…y me pregunta si es cierto, que la comida se
tira por estar de 1 día caducada, que si hay gente que pasa hambre por gusto y
a otros se les hincha la barriga por comer tanto, yo no disiento y él se queda
mudo. Le sigo diciendo que la gente vive 70 años, me dice entonces, SON INMORTALES… y que más
de 3 personas son familia numerosa…que se friega el suelo con agua potable… y
cómo? yo nunca puedo beberla…como es que
os peleáis dentro de ella, no por ella, que los niños juegan a tirarla con
globos y la gente se queja cuando se pone a llover, si ver llover aquí es un
sueño. Me dices que en tu país los perros comen carne y hasta tienen casa…que
jugamos al futbol toda una tarde y nadie pisa una mina anti persona…le respondo
que sí, que aquí pasa eso.
Y me contesta… sabes lo que yo pienso, por que se pensar a pesar de mis
pocos años, aunque aparento menos de los que tengo…porqué… tienen ustedes
tantas quejas…si lo tienen todo…porqué
de eso… aquí no existe nada y vivimos…por eso, CREÓ… QUE ME HAZ CONTADO
UN BONITO CUENTO Y TU PAÍS DEBE DE ESTAR EN EL CIELO, entonces me quedé muda…y
con su última frase…dando vueltas en mi cabeza
TU CONOCES AL PIYAYO
AUTOR : JOSE CARLOS DE LUNA
(1890-1965)
RECITADO POR ALBERTO ESCOLAR
¿Tu conoces al ”Piyayo”
un viejecillo renegro, reseco y chicuelo;
la mirada de gallo
pendenciero
y hocico de raposo
tiñoso...
que pide limosna por "tangos"
y maldice cantando "fandangos"
gangosos?
¡A chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Ata a su cuerpo una guitarra,
Que chilla como una corneja
Y zumba como una chicharra
Y tiene arrumacos de vieja
Pelleja.
Yo le he visto cantando,
Babeando
De rabia y de vino,
Bailando
Con saltos felinos
Tocando a zarpazos,.
Los acordes de un viejo"tangazo"
Y, a sus contorsiones de ardilla,
Hace son con la sucia calderilla.
¡ a chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Es su extraño arte
su cepo y su cruz,
su vida y su luz,
su tabaco y su aguardientillo...
y su pan y el de sus nietecillos:
"churumbeles" con greñas de alambre
y panzas de sapos.
Que aullan de hambre
Tiritando bajo los harapos;
Sin madre que lave su roña;
Sin padre que "afane"
Porque pena una muerte en santoña;
Sin mas sombra que la del abuelo...
¡poca sombra, porque es tan chicuelo;
en el altozano
tiene un cuchitril
¡a las vigas alcanza la mano;
y por lumbre y por luz, un candil.
Vacia sus alforjas
Que son sus bolsillos,
Bostezando los siete chiquillos,
Se agrupan riendo.
Y entre carantoñas les va repartiendo
Pan y pescao frito,
Con la parsimonia de un antiguo rito:
¡chavales!
¡pan de flor de harina!
Mascarlo despasio.
Mejo pan no se come en palasio.
Y este pescaito, ¡no es na?
¡sacao uno a uno del fondo del má!
¡gloria pura él!
Las espinas se comen tamié,
Que to es alimento...
un viejecillo renegro, reseco y chicuelo;
la mirada de gallo
pendenciero
y hocico de raposo
tiñoso...
que pide limosna por "tangos"
y maldice cantando "fandangos"
gangosos?
¡A chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Ata a su cuerpo una guitarra,
Que chilla como una corneja
Y zumba como una chicharra
Y tiene arrumacos de vieja
Pelleja.
Yo le he visto cantando,
Babeando
De rabia y de vino,
Bailando
Con saltos felinos
Tocando a zarpazos,.
Los acordes de un viejo"tangazo"
Y, a sus contorsiones de ardilla,
Hace son con la sucia calderilla.
¡ a chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Es su extraño arte
su cepo y su cruz,
su vida y su luz,
su tabaco y su aguardientillo...
y su pan y el de sus nietecillos:
"churumbeles" con greñas de alambre
y panzas de sapos.
Que aullan de hambre
Tiritando bajo los harapos;
Sin madre que lave su roña;
Sin padre que "afane"
Porque pena una muerte en santoña;
Sin mas sombra que la del abuelo...
¡poca sombra, porque es tan chicuelo;
en el altozano
tiene un cuchitril
¡a las vigas alcanza la mano;
y por lumbre y por luz, un candil.
Vacia sus alforjas
Que son sus bolsillos,
Bostezando los siete chiquillos,
Se agrupan riendo.
Y entre carantoñas les va repartiendo
Pan y pescao frito,
Con la parsimonia de un antiguo rito:
¡chavales!
¡pan de flor de harina!
Mascarlo despasio.
Mejo pan no se come en palasio.
Y este pescaito, ¡no es na?
¡sacao uno a uno del fondo del má!
¡gloria pura él!
Las espinas se comen tamié,
Que to es alimento...
Asi....despasito.
¡no llores, Manuela!
Tu no pués, porque no tiés muelas.
¡es tan chiquitita
mi niña bonita!..
así, despasito.
Muy remascaito,
Migaja a migaja, que dure,
Le van dando fin
A los cinco reales que costo el festín.
Luego entre guiñapos durmiendo,
Por matar el frío, muy apiñaditos.
La Virgen María contempla al “Piyayo”
Riendo
Y hay un Angel rubio que besa la frente
De cada gitano chiquito.
¡A chufla lo toma la gente!...
¡y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
¡no llores, Manuela!
Tu no pués, porque no tiés muelas.
¡es tan chiquitita
mi niña bonita!..
así, despasito.
Muy remascaito,
Migaja a migaja, que dure,
Le van dando fin
A los cinco reales que costo el festín.
Luego entre guiñapos durmiendo,
Por matar el frío, muy apiñaditos.
La Virgen María contempla al “Piyayo”
Riendo
Y hay un Angel rubio que besa la frente
De cada gitano chiquito.
¡A chufla lo toma la gente!...
¡y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
EL NIÑO YUNTERO
AUTOR Miguel Hernández
Recitado por: Paco Carrión
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
¡¡¡Esta es la primera parte... seguimos en la siguiente entrada!!!
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